¿QUE ES EL TERCER OJO?



El tercer ojo se refiere a un ojo que puede ver lo que no es físico. Si miras tu mano, puedes verla porque se detiene y refleja la luz. No se puede ver el aire porque no detiene la luz. Pero si hubiera un poco de humo en el aire, podrías verlo porque solo puedes ver aquello que detiene la luz. No se puede ver nada que permita el paso de la luz. Esta es la naturaleza de los dos ojos sensoriales.Los ojos sensoriales pueden captar lo que es físico. Cuando quieres ver algo que no es de naturaleza física, la única forma de mirar es hacia adentro. Cuando nos referimos al "tercer ojo", estamos hablando simbólicamente de ver algo que los dos ojos sensoriales no pueden ver. 
Los ojos sensoriales están orientados hacia afuera. El tercer ojo es ver tu interioridad, la naturaleza de ti mismo y de tu existencia. No es un apéndice adicional o grieta en la frente. Esa dimensión de percepción a través de la cual se puede percibir lo que está más allá de lo físico se denomina tercer ojo.

Mirando la vida a través del tercer ojo 

Otro aspecto es que los ojos sensoriales están profundamente contaminados por el karma. Karma significa la memoria residual de acciones pasadas. Todo lo que ves está influenciado por esta memoria kármica. No puedes evitarlo. Si miras a alguien, pensarás: "Él es bueno, no es bueno, es bueno, es malo". No podrás ver nada de la manera que es porque la memoria kármica influye en esta visión y su capacidad de ver. Solo te mostrará todo como es tu karma, como son tus recuerdos pasados.   
Para poder ver todo tal como es, se debe abrir un ojo de penetración más profunda, que no está manchado por la memoria. Tradicionalmente en la India, saber no significa leer libros, escuchar las conversaciones de alguien o recopilar información. Saber significa abrir una nueva visión o visión de la vida. Ninguna cantidad de pensamiento y filosofía puede traer claridad a tu mente. La claridad lógica que crea puede distorsionarse fácilmente.  


La claridad perfecta surge solo cuando se abre tu visión interior. Ninguna situación o persona en el mundo puede distorsionar esta claridad dentro de ti. Para que surja el verdadero conocimiento, tu tercer ojo tiene que abrirse. 

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